Alberto Sordi, el fresquito y Vermú

Alberto Sordi

¡Gracias Bastet! Por fin puedo enroscarme sobre mí mismo para dormir, acurrucarme en mi mullida camita, y no voy dejando un reguero de pelánganos según camino. Ya respiro, me siento otro, correteo más por la urbanización y duermo 17 horas en lugar de 15, en verano se descansa poquísimo. Aún así, me da tiempo para ver alguna película con mi humana. Ahora está enfrascada con las películas italianas de los 50 y 60, ¡Dios mío a qué velocidad hablan! No sé si sería capaz de aprender su idioma, aunque bien pensado, si mi humana, que no es un portento ha podido… ¿por qué yo no, si soy infinitamente superior?

Los ojos de Alberto Sordi

De entre todos los actores, me ha llamado especialmente la atención Alberto Sordi. Su expresividad llama mi felina atención, e incluso me divierte. Con los ojos podría decirlo todo, sin una palabra.  Solo moviéndolos, parece capaz de dar un discurso coherente y comprensible con ellos, sin modular palabra. Recuerdo que el otro día, vi una película donde el protagonista no movía ni una pestaña aunque le estuviesen arrancando las uñas con unos alicates. Encima hablaba susurros, con lo cual tuve que pegar la oreja al altavoz…un desastre…porque ni aún así me enteraba.

Por eso me emocionó tanto encontrar a Alberto Sordi, y cuando mi humana pone una película suya, lo dejo todo para disfrutar de él, aunque tenga una polilla en mi poder. Y eso debería ser todo un halago para un humano. Os aconsejo que veáis  “Il conte Max”. Mi humana la vio mientras se metía entre pecho y espalda un vaso de algo llamado vermú. Lo probé cuando fue al baño, nunca había tomado un mejunje tan asqueroso…además me sentí rarísimo durante horas ¡están locos estos humanos!11063772_10205897886479490_2330760243110842551_n - copia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *