Adiós a Ventura Pons

La Academia de cine ha informado hoy 8 de enero en su cuenta de X acerca del fallecimiento de Ventura Pons. De 78 años, el realizador se había convertido en «un referente indiscutible del audiovisual catalán», según valoraciones de Natalia Garriga, consejera de Cultura de la Generalitat. Y en efecto, Ventura Pons, que fue además un prestigioso director teatral, dio inicio a su carrera en el cine con el documental Ocaña, retrato intermitente, que compitió en el Festival de Cannes en 1978.

Téngase en cuenta que, a la altura de 1977, esto es apenas superado el franquismo, convertir en el centro de una película a José Pérez Ocaña, pintor y travesti andaluz, resultaba cuando menos riesgoso. Esa sería una marca visible del cine de Ventura Pons, quien se enroló en proyectos poco atractivos desde el punto de vista de los dividendos, pero de un gran peso social y cultural. El artista catalán estaba consciente de ello, según lo recuerda hoy el diario El País. En una entrevista con ese medio en 2014, Ventura Pons se enorgullecía de su trayectoria en estos términos: «No puedo quejarme, porque soy uno de los cuatro o cinco directores con presencia internacional. Llevo 700 festivales en mi vida, 32 retrospectivas y no en sitios pequeños. Es cierto que mi cine ha viajado por todo el mundo de forma increíble, contra viento y marea.»

REQUIEM POR VENTURA PONS

«Yo creo que hay que luchar por las cosas en las que crees en la vida», insistía el director catalán Ventura Pons, cuando se le recordaba la tendencia a dar prioridad en sus películas al arte sobre los dividendos. Nominado en cuatro ocasiones a los premios Goya, recibió además un premio Ondas en 1999 y el Gaudí d´Honor en 2015. Nacido en Barcelona el 25 de julio de 1945, fue vicepresidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, consejero de la SGAE y patrono de la Fundación Autor

Su carrera como realizador supera la treintena de trabajos, en la mayoría de los cuales se desempeñó también como guionista. Entre sus películas destacan El vicario de Olot, de 1980; Puta misèria, de 1989; Aquesta nit o mai, de 1992; Actrices, de 1996; Amic/Amat, de 1998; El gran Gato, de 2002, un homenaje a Gato Pérez; Barcelona (un mapa), de 2007; A la deriva, de 2009; Miss Dalí, de 2017 y ¡Be happy!, de 2018. Más allá de las formalidades e incluso a pesar de ellas, Ventura Pons seguirá siendo un referente del cine español, lo que es decir, uno de los imprescindibles.

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