Yannick increpa a Filmin

Cuando el cineasta francés Quentin Dupieux se dio cuenta de que deseaba volver a dirigir a Raphaël Quenard, surgió la idea de Yannick, una película literalmente cuestionadora. ¿Y por qué “literalmente”? Pues porque de eso se trata, ni más, ni menos. En medio de una función de teatro titulada El cornudo, un espectador, indignado, se levanta de su butaca e increpa a los actores. A gritos les hace saber que le han echado a perder el día, dada la pésima calidad de la representación.

Este, a grandes rasgos, es el argumento de una tragicomedia de 65 minutos de duración, cuyo estreno en España ha programado Filmin para el próximo 5 de enero. Quentin Dupieux, quien además es músico y productor musical, ha contado que llevó a cabo el proceso de manera casi clandestina, para no alarmar a los productores de otra película en la cual trabajaba en paralelo.

YANNICK PINTADO EN LA PARED

El recurso del intruso, esto es, de aquel que pasa de espectador a personaje de una representación no será nuevo, pero sí muy eficaz. En el caso del teatro representa la ruptura del concepto de “cuarta pared”, una perturbación “filosófica” del ambiente de la obra. En la película del francés Quentin Dupieux se trata, además de “teatro en el cine”, lo que añade un simbolismo extra a todo el asunto de la recepción. El cabreado espectador de Yannnick ―o de El cornudo, lo mismo da― viene a representar los intereses del público, garante del éxito o el fracaso en arte.

Quentin Dupieux es conocido por sus argumentos extravagantes. Sobre Yannick ha dicho que se trata de su película más realista. «He hecho tantas películas basadas en principios absurdos, con piruetas y juegos temporales, que de repente me sorprendió hacer una en la que no hubiera nada de eso», explica.  «Yannick es un poco como el equivalente de un troll de Twitter [X] en la vida real. Estas personas que están completamente enojadas y que desahogan su frustración en la web no son necesariamente sociópatas en la vida real. Y fue interesante imaginar que este tipo no es un enemigo que quiere interrumpir una actuación; tiene un discurso y despliega un pensamiento», añade Dupieux.

Cuando, a partir del próximo 5 de enero, Filmin nos ofrezca la oportunidad de ver Yannick, estemos atentos. No sea que nos dé también por levantarnos y gritarles a los actores, al director, a nosotros mismos o al universo.

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