Brindemos por los nuevos talentos

jóvenes talentos en el cine

Es asombroso acercarse a un grupo de infantes, de esos que no levantan ni un metro del suelo en estatura, y observar cómo realizan juegos de interpretar personajes. Unos son los actores, otros dirigen la puesta en escena, algunos dan ideas de a qué podrían jugar, otros imaginan que tienen en sus manos cámaras y así sucesivamente…

También nos despiertan la curiosidad niñas que retozan solas queriendo ser bailarinas españolas, con sus impecables maquillajes, peinetas, trajes de bolas y calzado artesanal de tacón; y qué decir de los pequeños príncipes que se dibujan bigote y en silencio nos llenan de mímicas.

Cuando contemplamos estos acontecimientos, se nos inunda el corazón de alegría e incluso salen de nuestro ojos en forma de lágrimas, pues sabemos que esos seres mágicos, que tan visibles son durante la niñez, llevan el arte en sus venas y aseguran la continuidad de las bellas artes con sus talentos.

¡Y qué decir del orgullo de los padres de quienes han gozado la suerte de participar en una obra de teatro, un corto audiovisual o una función de ballet! Por citar algunos ejemplos de individuos de las nuevas generaciones que han podido mostrar ante el público su potencial, ya sea ante espectadores aficionados o expertos críticos de arte.

Los Indicadores y Estadísticas Culturales vinculados al cine, publicados en noviembre de 2022, aseguran que entre los espectáculos culturales el cine continúa siendo, con gran diferencia, el que tiene más adeptos. Lo que supone una buena noticia para esas personas que quieren dedicar, desde lozanos, sus vidas a la gran pantalla.

Del mismo modo, el informe demuestra que el empleo medio en 2021 en actividades cinematográficas, de vídeo, radio y televisión se cifró en 79,1 mil, con un 42,1% de mujeres, lo cual simboliza una igualdad de oportunidades; y  que el número de empresas recogidas en el Directorio Central de Empresas (INE) cuya actividad económica principal es cultural ascendió a 128.741 a principios del 2021.

El camino es largo y lleno de obstáculos para los aficionados: numerosa competencia profesional y no profesional, escuelas que exigen aptitudes específicas, la solvencia económica o trabajos a medio tiempo que den lugar a poder dedicarse al arte, y saber aprovechar las oportunidades que se den en el camino.

Tampoco son sencillos los microuniversos del cine, según la rama a la que cada ser se quiera consagrar existen estereotipos y formas de ver la existencia complicadas de variar.  La clave está en no perder el niño interior que vio una luz diferente y cautivadora al meterse en la piel de un galán, comediante o interlocutor.

Quienes tienen como un recuerdo latente la primera claqueta que vieron, la primera historia que escribieron y se la imaginaron viéndola en la televisión, la primera cámara que trastearon a partir de sus botones y opciones  me comprenderán. ¡Brindemos por ellos, brindemos por los nuevos talentos, y también por los pasados y los presentes que con su ejemplo sirven de vocación!

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