Fotografias: Diego Pombo
Italia es mi segundo hogar, no tengo amores ni familia allí, simplemente nací amándola. Así que, cuando surgió la oportunidad de hacer esta entrevista me ilusionó especialmente. Carlo D’Ursi es de Bari, un hombre polifacético que sabe transmitir su amor por el arte con cada uno de sus trabajos. Carlo es un hombre serio, de mirada penetrante y voz pausada. Tras 17 años en España su castellano es prácticamente perfecto, pero además habla cuatro lenguas más. Carlo D’Ursi es actor, director y productor. Un uomo brillante.
«Dentro de la profesión he encontrado un equilibrio»
¿En qué momento tuviste claro que deseabas ser actor?
En realidad no es algo que decidí yo, me vino con 11 años. Soy hijo único, mis padres estaban divorciados y vivía con mi madre. Era un niño bastante locuaz, así que mi madre intentó que sacara toda la creatividad que tenía enviándome a la tele. Estuve trabajando en una serie durante muchos años. Después tuve que elegir, yo estaba en el equipo italiano de vela pero por culpa de una enfermedad me vi obligado a dejarlo, así que me dediqué por completo al cine y a lo audiovisual. Soy una persona a la que le gustan los retos importantes.
Es decir, la vocación no llamó de repente a tu puerta…
Mi llamada fue muy progresiva. Primero cuando empecé a trabajar como actor, al venirme a España, cuando trabajé con Pedro Almodóvar en “El deseo” y en el momento de abrir mi productora. Como ves, he tenido una llamada repartida a lo largo de mucho tiempo que me ha ido confirmando el camino.
Carlo, también eres director, productor y guionista ¿te sientes cómodo en todas estas facetas o tienes una predilecta?
El productor es un materializador, el actor un creador y el director la persona que plasma una visión. Son tres cosas completamente distintas , y en ese ecosistema audiovisual he crecido. Respeto todo, y lo abordo desde puntos de vista distintos. Me divierte mucho actuar, satisface producir y emociona profundamente dirigir. Dentro de la profesión he encontrado un equilibrio.
Cuando te encuentras en tu faceta de actor, y el director te está explicando una secuencia, ¿cuestionas su trabajo y piensas que tú lo rodarías de otra manera?
No, eso jamás. Nunca me pongo por encima de mis compañeros, porque sé que la subjetividad es algo muy importante en este trabajo. Sí me gusta conocer el organigrama y situación dentro del rodaje, conocer cómo funciona el set me ayuda a saber sus necesidades para poder estar a la altura de lo que esperan de mí.
«El director no es un creador dictador»
¿Como director eres muy rígido o aceptas sugerencias?
Como director respeto otras opciones. Una película tiene muchos creadores, y el director no es un creador dictador, sino una persona que confluye todas las autorías que van desde el director de fotografía hasta la maquilladora. De hecho agradezco que mis compañeros sean creadores conmigo, incluso lo pido. Sé muy bien lo que deseo conseguir cuando voy a dirigir algo, pero me emocionan que se hagan aportaciones creativas desde la pasión. No hay que tener miedo a las sugerencias.
Carlo, siempre he pensado que los castings es una parte ingrata de vuestra profesión ¿te has sentido siempre bien tratado en ellos?
Por supuesto que no. Me han tratado mal en muchas ocasiones, pero es el día a día de todo actor. Cuando vas a hacer una prueba estás vendiendo un producto, y al otro lado tienes un cliente que casi siempre lleva razón. No justifico la mala educación, pero sí puedo entender que aquello que ofrezco no interese y que mi enfoque no sea el adecuado. Por esta razón acepto de buen grado las sugerencias de los directores de casting. Pienso que un actor tiene que ser muy moldeable cuando realiza una prueba, estar listo a aceptar propuestas y a interpretarlas.
¿No crees que en las series y películas falta reflejar más la diversidad cultural y racial que existe en nuestra sociedad?
Los personajes muchas veces se empiezan desde arquetipos, y es muy fácil cruzar la línea del arquetipo al estereotipo. Ha habido un voluntario, pero necesario, conservadurismo a la hora de crear contenidos en algunos casos. En otros no ha sido así, porque dentro de las series de televisión sí que se están abordando un nuevo tipo de situaciones. Piensa en “Vis a vis” o en las series que se están haciendo en el sur de España, donde hay diferentes personajes con diferentes nacionalidades.
Estoy de acuerdo contigo en cuanto a la necesidad de representar mayor diversidad, pero no lo estoy si dices que no se está intentando hacer ya. Los creadores y guionistas son muy diferentes y abiertos, lo que pasa es que vivimos en un sistema ultraliberalista y capitalista, y pensar en cualquier intento para romper el sistema desde fuera es una quimera. El sistema se cambia poco a poco, desde dentro.
Zapatero, al que tuve el inmenso honor de conocer en un coloquio privado, me dijo que él se había dado cuenta que muchas cosas las habría conseguido mejor susurrando. Es un mantra que he llevado adelante desde entonces. Es mucho más productivo dar pasos firmes pero pequeños, que intentar romper puertas derribando muros.
«Los seguidores en Instagram no se traducen en espectadores en el cine»
¿Es verdad que ciertas productoras y cadenas eligen a los actores según sus seguidores en las redes más que por su talento?
Hace unos años, en las fichas que entregas en los castings te preguntaban tu número de seguidores. Lo consideraban un elemento de valor. Poco a poco, y te lo digo por experiencia, se ha visto que los seguidores en Instagram no se traducen en espectadores en el cine. Por lo tanto, basar el casting en esto, es un error por parte del productor. Quizás pueda mover prensa, pero no tiene conexión directa con los espectadores que mueva.
Carlo, te he visto interpretar en tu lengua materna, en francés, español, portugués…¿te queda algún reto lingüístico más?
Creo que con los idiomas ya he cumplido. Estuve a punto de rodar una película en alemán, pero me cogieron para una en Italia que me interesaba más, y al final no la hice.
¿Te refieres a “Non piove mai”?
Sí, es una película que voy a rodar con mi acento original, algo que antes no había hecho y por lo tanto me resulta muy interesante. Pero decirte que no voy a seguir trabajando en otros idiomas sería mentirte, porque me gusta mucho aprenderlos. Ahora estoy coqueteando con el valenciano.
Además es que tienes mucho talento para los idiomas…
Me gusta. Empecé a hablar inglés poco después de conocer la fonética italiana. Mis primeras clase de inglés las recibí con dos años, eran juegos más que nada. Esto hace que tu cerebro sea moldeable para reproducir fonéticamente otros sonidos, que quizás si aprendes más tarde ya te resulte más complicado.
Carlo, has recibido bastantes premios a los largo de tu carrera ¿es algo que te estimula o envanece?
Los premios tienen una parte de ego y otra de trampolín profesional. Los primeros se van casi todos a la a la hucha del ego, ya que son satisfactorios por las cosas que has conseguido. Después te das cuenta de que tu capacidad y talento tienen que dirigirse hacia qué significa cada premio que llega, y a dónde quiero que me lleven. Para mí los premios son indicaciones a metas que deseo conseguir, no los veo como un punto de llegada.
«Disfruto los viajes dentro de los personajes sin martirizarme»
Una curiosidad, ¿es cierto que los artistas os martirizáis mucho?
Algunos sí. Yo he sufrido mucho y he hecho bastantes años de terapia para poder entenderme a mí y a los personajes. Creo que he llegado a un punto en mi vida, en el que disfruto los viajes dentro de los personajes sin martirizarme. Me encantan los villanos, bajar a los infiernos de las personalidades ajenas, pero intento no contaminarme en exceso.
Explícame el proceso creativo que sigues hasta llegar al personaje que quieres presentar al público.
Hay una parte de biografía que me interesa mucho, a partir de la cual comienzo a construir quién es este personaje, y también qué le ha pasado hasta el momento de llegar a aquella frase que comienza a decir. Cuando estás en escena, lo importante es conocer los “para qué”, los “por qué” ya los has investigado antes. Todo lo demás son cosas que van surgiendo.
Has tenido mucho éxito con tu corto “Tabib”, la historia del último pediatra en la ciudad Siria de Alepo. Dentro de un tiempo estrenaras otro, “El Experimento: descubriendo la Puerta del Ángel”, ¿en los cortos se pueden enviar mensajes más potentes al espectador debido a que se dispone de menos tiempo y es necesario sintetizar para conseguir mayor impacto?
Totalmente de acuerdo, los cortometrajes están teniendo una nueva y renovada vida en la estela de esta sociedad donde todo transcurre tan rápido. Los cortos pueden ser un instrumento importante de sensibilización y comunicación. Además, tienen una gran capacidad de diseminación a nivel global en diferentes ventanas de explotación. Algo que no tienen las películas, ya que solo por su duración, no pueden ser proyectadas en cualquier sitio y para cualquier público. Sin embargo, los cortos son mucho más moldeables.
Carlo, cuéntanos tus proyectos.
Mira, ahora en octubre estoy rodando “Non piove mai”. Es la primera película de Marco Bocci, el protagonista de “Romanzo criminale”, una serie que ha roto moldes en Italia y que también se ha emitido aquí. Luego, el próximo año rodaremos “Los fusileros”, una película de Juan Ignacio Sabatini sobre el grupo armado que intentó derrocar la dictadura de Pinochet. Es una película intensa, femenina, cero panfletaria y política, pero no ideológica.
Gracias Carlo por todo, è stato un piacere conoscerti. Nos vemos por los escenarios.