Parte de la magia del cine se debe al vestuario. Elegir adecuadamente las prendas que llevarán los artistas es indispensable. En la famosa película «Doctor Zhivago» (1965, Lean), el director se preocupó de que el vestuario fuese absolutamente fiel a la moda rusa de los primeros treinta años del siglo XX. Tanto fue así, que incluso exigió que la ropa interior también fuese de época.
Antes de aceptar un traje o vestido, se hacen diversas pruebas frente a la cámara. Hoy os vamos a mostrar una cuantas del Hollywood dorado. Si amáis el cine, seguro que las vais a disfrutar.
«Gigante» (1956, Steven)
No sabemos si James Dean siempre estaba tan enfurruñado como en la foto o ya estaba metido en la piel de Jett Rink. Dean es un actor que me gusta mucho, pero más por lo que representa que por su talento artístico. Solo hizo tres películas… y confieso que en las tres me parece que representa al mismo personaje. Quizás fuese a sí mismo. Este film fue el último de su carrera. Ni siquiera pudo ver el estreno.

«El mago de Oz» (1939, Fleming)
Todos los amantes del séptimo arte sabemos que el rodaje de esta película fue un auténtico infierno. Hubo varios accidentes, abusos sexuales, y a Judy Garland la trataron de manera vejatoria. Solo tenía 17 años, y nadie que la protegiera. Su mirada de niña indefensa y asustada siempre me conmovió.

«Alma en suplicio» (1945, Curtiz)
Joan Crawford hizo campaña para conseguir el papel de Mildred Pierce. Sin embargo, a Curtiz no le apetecía nada trabajar con ella. El director quería a Bette Davis, pero lo rechaz´ó porque no deseaba aparecer en pantalla con una hija adolescente. Entonces, intentó conseguir a Barbara Stanwyck. La Stanwyck estaba inmersa en otro proyecto y no pudo aceptar. No tuvo más remedio que someterse a la Crawford tras ver su prueba de pantalla.

«Cleopatra» (1963, Mankiewicz)
Es cierto que Richard Burton no es uno de mis actores favoritos, pero no me negaréis que en esta prueba de vestuario tiene cara de no enterarse ni de cómo se llama. Bueno, quizás estuviese ya pensando en saborear los labios de la bellísima Liz Taylor…

«Something’s Got to Give» (1962, Cukor)
La película que nunca fue. Marilyn Monroe rodó parte de ella, e hizo pruebas de vestuario como vemos en la foto. Sin embargo, planteó muchos problemas durante el rodaje y acabó con la paciencia del estudio que decidió despedirla. Dean Martin era su compañero de reparto y gran amigo, así que obligó a que la readmitiesen bajo la amenaza de marcharse él también. El 4 de agosto la actriz fue hallada muerta en su domicilio, y con ella, también murió el film. Se suspendió la producción, y no fue hasta un año después cuando se retomó con un reparto y dirección diferentes.

«Lo que el viento se llevó» (1936, Fleming)
¡Lo que costó encontrar a la odiosa y fascinante Escarlata! Finalmente hallaron a la actriz perfecta. No me puedo imaginar a otra que no sea Vivien Leigh. Aquí la vemos posando como si hubiese sido detenida por la policía.
