¿Eres una persona empática?

Cuando nos hacen esta pregunta, todos solemos decir que sí, pero lo cierto es que la mayoría ni siquiera tiene muy claro el significado de la palabra empatía. Una persona empática, es aquella que es capaz de ponerse en los zapatos del otro. Al hacerlo, se sentirá muy cercana a aquel que está viviendo un mal momento e intentará brindarle su apoyo.

Ser empático no significa poner mirada de cachorrito y decir: “¡Oh, qué pena!”. A eso le llamamos más bien hipocresía. Si cuando te cuentan algo triste, sacudes dos palmaditas en la espalda, y al segundo das la media vuelta olvidándote inmediatamente lo que te ha contado, no eres una persona empática sino socialmente educada. La empatía es un rasgo de inteligencia emocional y social.

Aunque los que manejan el mundo intentan que cada vez seamos más individualistas, el ser humano es un animal social que necesita el contacto con los de su especie. Lo lógico, es sentirnos protegidos cuando nos encontramos dentro de un grupo social. El otro día, vi un vídeo en las redes sociales donde una tortuga de agua se encontraba panza arriba y todas las demás acudían a ayudarla. Ese es un instinto innato también entre los humanos, lo que ocurre es que en muchas ocasiones nos lo intentan matar o dormir. Los dueños del mundo, son los primeros que lo intentan. Y en ocasiones, los padres cuando nos aconsejan y educan para que únicamente miremos por nosotros mismos.

¿La empatía y la asertividad son la misma cosa?

La respuesta es no, aunque sí es cierto que casan muy bien la una con la otra. Una persona asertiva, es aquella capaz de expresar de manera honesta, y nunca hiriente, lo que piensa. Calibra el daño que pueden hacer sus palabras, por lo tanto, es sincero con el mayor cuidado posible. Los asertivos comunican bien, de frente, y sin dejar heridos por el camino. Así que, indiscutiblemente, para poder ser asertivo tienes que ser también empático.

No confundir con las personas que dicen todo lo que piensan sin el más mínimo filtro. Suelen creer que poseen una gran cualidad, cuando lo que poseen es una fantástica mala educación. En primer lugar, no puedes ir por la vida soltando todo lo que piensas a bocajarro. Principalmente, porque puedes hacer muchísimo daño a los demás. ¿Realmente te compensa? Bueno, dependerá de lo mucho o poco que te importe la gente. A las personas que amenazan con su sinceridad, les vendría divinamente un cursillo acelerado de asertividad y empatía…pero claro, igual les resulta demasiado cansado ponerse en la piel del otro.

¿Existen varios tipos de empatía?

Sí, existen diferentes tipos. Dependiendo de las fuentes en las que bebas para recavar información, la cantidad de tipos serán más o menos.

Nosotros, nos vamos a quedar con las siguientes:

  • Empatía emocional

Es aquella, en la que casi eres capaz de sentir el dolor de cabeza que alguien te está describiendo. La involucración emocional es tremenda, y eso puede incluso dañarnos. Está genial ser empáticos, pero también es necesario aprender a utilizar las herramientas necesarias para no salir malparados. Seremos empáticos, pero no tontos.

  • Empatía cognitiva

Se refiere a la capacidad intelectual que tenemos de ponernos en la piel del otro, pero sin llegar a involucrarnos emocionalmente.

  • Empatía compasiva

Podríamos decir, que aquí se dan lugar los otros dos tipos anteriores, y además se pasa a la acción. Si nos es posible ayudar para que el sufrimiento de la otra persona aminore, lo haremos.

¿Te sientes identificado con alguno? Es más, ¿consideras que eres lo suficientemente empático o para ti no es una cualidad importante?

¿Eres una persona empática?

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