Jessica Lange, de rubia sexi a gran dama de la interpretación

Jessica nació un mes de abril de 1950 en Minessota. Su padre, además de maestro era comerciante, así que pasaron gran parte de su vida mudándose. Jessica tenía raíces alemanas por parte de padre y finlandesa por parte de madre. Por lo que no fue ninguna sorpresa que se convirtiese en una mujer rubia, alta y espigada en cuanto dio el estirón. Jessica consiguió una beca para estudiar arte en la Universidad de Minessota, y en cuanto pudo, se marchó a París a disfrutar del glamour francés durante un tiempo. Allí fue donde comenzó a recibir clases de interpretación.

En 1971, contrajo matrimonio con el fotógrafo español Paco Grande. Antes habían viajado por gran parte de los Estados Unidos como mochileros. Al llegar a Francia, algo les pasó y el amor se les rompió definitivamente. Ni sabemos, ni nos importa, si fue de tanto usarlo. Jessica siguió con su camino artístico recibiendo clases de mimo y baile. Además, consiguió trabajo como modelo en la agencia Wilhelmina.

Finalmente, decidió volver a su patria e instalarse en Nueva York. Allí siguió con su trabajo de modelo y también de camarera. Poco después, se presento al casting del remake «King-kong» (1976, Guillermin). Dino de Laurentis, el productor, quedó completamente cautivado por la rubia de sonrisa encantadora y no dudó en darle el papel protagonista. Por cierto, al mismo casting se presentó Meryl Streep quién fue considerada poco agraciada para el papel. Sólo diré al respecto que en la ceremonia de los Oscar de 1983, Meryl y Jessica competían para conseguir la estatuilla como mejor actriz protagonista. Luego os desvelaré el desenlace.

Jessica Lange (King- Kong).

El gran despegue de su carrera

Tras enamorar a un mono gigantesco, Jessica fue contratada para otro remake: «El cartero siempre llama dos veces» (1980, Rafelson), junto a Jack Nicholson. Y cuando todo parecía indicar que Lange únicamente sería considerada el nuevo sex-symbol, llegó «Frances» (Clifford, 1982). Estupenda película en la que se contaba la terrible vida de la también actriz Frances Farmer, de quién hablaremos en un futuro artículo. Se dio la casualidad maravillosa de que en los Oscar de 1983, Jessica Lange fue nominada como actriz principal y secundaria a mismo tiempo. En el primer caso por «Frances», y en el segundo por la divertidísima «Tootsie» (Pollack, 1982). Lo ganó como secundaria, y la estatuilla como protagonista se la «arrebató» una inmensa Meryl Streep por «La decisión de Sophie» de Pakula. Yo llamo a esto justicia poética…

Jessica Lange y Meryl Streep con el Oscar.

La carrera de Jessica despegó como un cohete, y nos regaló títulos como «La caja de música» (1989, Costa-Gavras), «Crímenes del corazón» (1986, Beresford) o «Las cosas que nunca mueren» (1995, Richardson), por la que consiguió la segunda estatuilla. Esta vez como actriz principal. La carrera de Lange es muy regular, y desde su gran despegue hasta hoy no ha parado de trabajar. Últimamente ha sido muy aclamada por su participación en la serie «American Horror Story». Y también por «Feud», donde encarna a Joan Crawford. En total, la actriz ha ganado dos Oscar, un Tony, dos Emmy y cinco Globos de Oro. Y lo que le queda, porque a sus setenta y cuatro años continua trabajando sin parar. De hecho, parece ser que está preparando un proyecto sobre la vida de la mítica Marlene Dietrich. ¡Larga vida a Lange!

Los amores de Jessica

La actriz se casó un par de veces más: con el guapísimo bailarín Mikhail Baryshnikov, y con director y escritor Sam Shepard. Con Mikhail tuvo una hija llamada Alexandra. De Shepard se separó en el año 2009, y junto a él tuvo dos hijos más, Hannah y Walker. Para Jessica, la familia siempre ha sido muy importante. La gran prioridad de su vida que siempre ha querido proteger. El único romance que la actriz tuvo más sonado fue con Bob Fosse. Sin duda, una gran dama dentro y fuera del escenario.

Jessica Lange con su último Oscar.
Photo by Bob Riha, Jr./Getty Images)

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