Ha salido hace pocas semanas y ya está teniendo un éxito rotundo la última película de Paolo Virzì “La pazza gioia”. Las estupendas críticas que está cosechando, tantos de expertos como de público, la están convirtiendo en una de las grandes taquilleras del país. No sé si en España es muy conocido, pero en Italia Virzi es un director que se encuentra entre los más exitosos de los últimos años; ya no es un jovencito, tiene a sus espaldas una carrera de más o menos veinte años y numerosos éxitos en su curriculum. De hecho ya ha ganado cuatro veces el Nastro d’Argento (importante galardón cinematográfico italiano).
Sus películas más aclamadas son “Ovosodo”, “Caterina va in città”, “La prima cosa bella”, “Il capitale humano”. Suelen ser comedias; pero comedias donde no se busca simplemente la carcajada, sino que también se reflexiona, ofrecen ternura, se tratan asuntos importantes…
Lo mismo sucede en su último trabajo. Nos cuenta las andanzas de dos mujeres, Beatrice (interpretada por Valeria Bruni Tedeschi, hermana de Carla Bruni) y Donatella (Micaela Ramazzotti, mujer del propio Virzi), ambas viven en un centro terapéutico para mujeres con trastornos mentales por decisión judicial. Aprovecharán el menor descuido de la vigilancia del centro para huir para darse una buena fiesta (aquí el titulo).
Aunque sean mujeres muy distintas, esta aventura les convertirá en amigas, porque dentro de esta pareja en un inicio imposible, se darán la una a la otra lo que necesitan.
La película es la historia de esta fuga, del deseo de libertad, de felicidad, de amor, a pesar de las heridas que sangran por dentro, del sufrimiento y de las decepciones. Una historia que camina entre en los límites de la locura y la normalidad. Virzi nos cuenta el complejo mundo de estas dos mujeres sin caer en lo patético o sentimental. Todas las críticas la aconsejan, y en el Festival de Cannes tuvo una gran acogida a pesar de presentarse fuera de concurso. Ya sabéis, en cuanto la estrenen en España, ¡id a verla!