Manuel Morón: «El teatro tiene que ver con algo más espiritual. Otra cosa es en lo que lo convertimos o hacemos con él»

Fotografías: Chema Pombo

El Teatro Kamikaze es una de las maravillas que han nacido en Madrid en los últimos años, en su cafetería nos encontramos con el actor Manuel Morón, quien en octubre ha estrenado la estupenda obra “Smoking Room”, dirigida por Roger Gual e interpretada por Secun de la Rosa, Miki Esparbé, Pepe Ocio, Manolo Solo y Edu Soto.

Manuel es un hombre acogedor, muy cercano. Después de nuestra entrevista, tenía otra con un gran medio de comunicación, a nosotros nos trato como si fuésemos tan importantes como este último. Es un verdadero gusto que grandes actores como él cuiden tanto a los pequeños como micinexin.net.

La vocación vino poco a poco

Manuel, ¿fue la vocación o una serie de señales los que te llevaron por el camino del arte?

No fue nada vocacional en un principio. Cuando tenía 8 años empezaba la televisión en España, enseguida empezaron los Estudio1, me encantaba verlos a pesar de que no los entendiese. Me llamaba la atención, y no sabía el por qué.

Luego, con 18 años empecé a estudiar informática, y un compañero de clase me comentó que se necesitaba gente para un grupo de teatro. Me metí por curiosidad, pensé que iba a ser muy divertido, que habría muchas chicas y que podría ligar. Sin embargo, terminó impactándome mucho y convirtiéndose en mi vocación. Las grandes decisiones de mi vida no han sido muy pensadas, sino siguiendo un impulso o señales.

¿Te marcaste objetivos con un límite de tiempo cuando decidiste dedicarte a la interpretación, o es un compromiso para siempre pase lo que pase?

En el momento en el que lo decidí, fue para siempre. Nunca pensé en dejarlo si me iba mal. Además, con el tiempo sentí muchos deseos de estudiar. Conocí a un maestro argentino llamado Carlos Gandolfo, conseguí una beca y me fui a Buenos Aires a estudiar con él. Allí conocí a Juan Carlos Corazza, cuando él vino a Madrid me trasladé desde Sevilla hasta aquí para seguir formándome con él. Lo que más me gusta de mi profesión es la investigación, los ensayos… de cara al público también disfruto mucho, pero donde me siento mejor es en los ensayos.

Manuel Morón

 

Talento y formación

¿Para ti un buen actor es el que posee talento y una formación sólida?

Es una mezcla de todo. Hay gente con muchísimo talento que no ha llegado, o lo ha hecho pero en tres años se han truncado porque no han podido soportar el éxito… Pienso que es muy importante el equilibrio personal. Esta es una profesión muy ingrata, en el sentido en que tú eres tu propio instrumento. No te sucede como al músico o al pintor, que dejan los pinceles o la guitarra, y siguen siendo personas. Las etapas en las que no hay proyectos, o deja de sonar el teléfono, son muy difíciles de sobrellevar.

Manuel, también eres profesor de interpretación en la escuela Estudio Corazza, ¿a tus alumnos les hablas de la necesidad de este equilibrio personal en el actor?

Sí, pero no es que hablemos expresamente de ello, sino que va surgiendo en las clases. A fin de cuentas las lecciones son de interpretación, no de desarrollo personal. Aún así, si sale el tema nunca se evita.

Una curiosidad, ¿alguna vez te has sentado con un alumno y le has dicho que no tenía cualidades y que lo dejara?

Verás, yo no me planteo así mis clases. Suelo pensar más en los personajes que mis alumnos tienen más o menos a mano. Qué colores les resultan más fáciles, no sé… yo he visto tanta gente sin cualidades que triunfa, y que me parece lícito, no lo critico. Actores que hacen siempre un mismo personaje, pero caracterizados de diferente manera, y la gente los ama. Hay intérpretes que tienen cualidades para realizar un solo registro. Eso es lo que me planteo con mis alumnos, intento descubrir cuál es su tipo de talento.

 

«Es bueno que nos afecten las cosas»

Cambiando de tema, ¿alguna vez te has sentido emocionalmente afectado por algún personaje?

Claro, es inevitable. Sin embargo, creo que es bueno que nos afecten las cosas. Es inherente a nuestro trabajo que te afecten tanto los personajes como las obras. Lo importante es aprender a no mezclar, a saber gestionar tus propios miedos para no encasquetárselos a tu personaje.

Pero aunque sepas gestionar los miedos ¿alguna vez has sentido desazón a la hora de afrontar un papel?

Claro, y he dicho que no porque no me veía preparado para hacerlo, o lo he ido afrontando poco a poco con los ensayos, leyendo…haciéndolo a fuego lento.

Manuel Morón

Manuel, ¿sigues algún tipo de ritual o protocolo a la hora de crear tus personajes?

Sí, pero el ritual va cambiando según el tipo de personaje, según la obra.

«Smoking Room»

¿Con el de “Smoking Room” que línea has seguido?

Mira, con este me he fijado en comportamientos de personas que son funcionarias, porque la mentalidad de mi personaje es muy funcionarial, amante de la comodidad y el sueldo fijo. He visto documentales, leído sobre ese tipo de personalidad. Mi personaje es bastante gris, muy difícil porque no tiene ni chicha ni limoná, hay que sacarle la esencia para hacerle visible.

Víctor Clavijo me comentó, que él cuando crea su personajes, en ocasiones utiliza algunos rasgos de ellos en la calle para ver cómo reacciona la gente ¿Tú sueles hacer lo mismo?

Sí, lo hago. Suelo ir a restaurantes o tiendas donde no me conozcan, lo pruebo, y veo la reacción de la gente. Si a ellos no les llama la atención es que voy bien, si me ponen caras raras, algo está fallando.

Me estoy dando cuenta de que la parte de la preparación es muy divertida…

A mí es lo que más me gusta de mi trabajo. Ese folio en blanco que no sabes como empezar y entonces comienzas a intentar cosas.

Este mes has estrenado la obra “Smoking Room” en el Teatro Kamikaze, ¿cómo se siente alguien de tu experiencia ante un nuevo reto?

Con mucha tranquilidad, hacía varios años que no hacía teatro y tenía muchas ganas de hacerlo.

Eso es bueno ¿no?

Yo creo que sí, como te digo, estoy muy tranquilo con los compañeros, la apuesta del director, con el equipo…me siento muy cómodo.

Manuel Morón

 

Los «blancos» del actor

Manuel, cuando tienes un blanco sobre el escenario ¿cómo lo solventas?

A veces improvisando, en ocasiones estando en silencio unos segundos, también  me ha ayudado un compañero. Siempre se sale adelante

El haber hecho anteriormente en cine “Smoking Room” ( 2002, Roger Gual, J. D. Wallovits), ¿te ha ayudado a la hora de afrontar la obra de teatro?

Sí, aunque en realidad no recuerdo mucho el rodaje, porque en aquel momento estaba haciendo muchas cosas a la vez. Aunque también es nuevo para mí, en el sentido en que hago un personaje diferente al de la película, además la adaptación que se ha hecho no tiene nada que ver con el film. No hemos puesto tanta atención en la sala de fumar, porque ya nadie fuma, sino en todo lo que se produce en torno a ella. Se habla de insolidaridad, incompetencia, la defensa de valores, unidad…

Manuel, Óscar Reyes piensa que el teatro es como la mar y que devuelve lo que no le pertenece ¿opinas igual?

No lo sé. Me parece muy hermoso lo que dice. Creo que el teatro es tan grande que cabe todo, no sé si devuelve tanto. Puede ser, no me lo he planteado nunca. Sí sé que el teatro es una disciplina que tiene que ver con algo iniciático, no en balde viene de donde viene, de los rituales antiguos de los griegos. Creo que el teatro tiene que ver con algo más espiritual, muy zen en su esencia. Otra cosa es en lo que lo convertimos, o hacemos con él.

Una cosa es la calidad y otra la emoción

Sin embargo en el teatro un actor no puede disimular si es mediocre…

Hombre, la calidad es algo palpable. El teatro está unido a la transformación de la gente, sin transformación no hay teatro. Hay otra cosa, hay espectáculo, diversión, entretenimiento…pero una cosa es la calidad y otra la emoción. A mí me emocionan cosas que no tienen calidad, como una tonadilla o un culebrón.

¿Qué opinas del microteatro?

Te puedo decir poco, porque no he visto mucho. Sí te puedo contar que me resulta incómodo tener tan cerca al actor, porque yo necesito distancia para poder ver. Cuando te tengo tan cerca no te veo. El formato pequeño sí tiene sentido, pero el tema de la multiprogramación, que sé que es necesario hacerlo por como están las cosas, no me acaba de convencer.

Cuéntanos tus proyectos Manuel.

Posiblemente en mayo estrene la comedia  “Mi querida cofradía” de Marta Díaz. Además sigo con la pedagogía, y estoy leyendo historias, pero aún no tengo nada concretado.

La película favorita de Manuel Morón

Pasemos a la segunda parte de la entrevista ¿cuál es tu película favorita?

“El padrino” I, en realidad me fascinan las  tres, encuentro una gran maestría en ellas. Pacino y De Niro son dos actores que siempre me han interesado mucho.

Dinos una secuencia

Fíjate… me ha venido a la mente la de “Amour” (2012, Michael Haneke), me conmueve la manera de contar el tema del Alzheimer con la ventana. Es magistral, poética y artística.

¿Eres de versión original?

Siempre original. No soporto verla doblada.

Manuel Morón nos presentó a parte del elenco, al director, se prestó a hacerse una foto conmigo. Tenía prisa, pero su sentido de la cortesía le impedía no hacer las cosas con la elegancia debida. Un gran descubrimiento personal el señor Morón, porque como artista yo ya le tenía desde hace tiempo entre mis preferidos. Muchas gracias Manuel, nos vemos por los escenarios.

Manuel Morón

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