Lamentablemente, cuando ocurren tragedias los bulos circulan incesantemente para confundir a la población y provocar un cierto caos. Lo estamos comprobando recientemente con la catástrofe de Valencia. Uno de los puntos más afectados por este tipo de mentiras ha sido el parking del centro comercial de Bonaire. El aparcamiento quedó absolutamente inundado, el agua llegó como una gran ola y lo cubrió entero en minutos. Desde luego., si en ese momento alguien hubiese estado intentado coger su coche para salir de allí, no le hubiera dado tiempo de escapar con vida.
Hasta que consiguieron retirar el agua y las fuerzas del Estado pudieron entrar a comprobar cómo estaba la situación, se llegó a decir que allí había unos mil muertos. Siempre me pareció improbable que hubiera tantas personas en el parking cogiendo sus coches en aquel momento crítico. Seguramente, la mayoría de los clientes y personal del centro lo que hicieron fue buscar la zona más alta del local para evitar ahogarse. Nadie en su sano juicio bajaría, a no ser que cuando les alertasen se encontrasen ya en el aparcamiento.
También se habló de unos setecientos tickets cuando es un aparcamiento gratuito. Otros aseguraros que un bombero o policía tras echar un primer vistazo dijo haber visto muchos fallecidos. Es cierto que hubo medios de comunicación que dieron dicha información, y si la han contado es porque alguien solvente se lo tuvo que decir… eso imagino, ya que sería terrible que los periodistas dieran bulos como información. ¿Por qué ha habido tanta confusión desde el principio?
Esto sucede cuando los gobiernos no quieren dar información para no «alarmar». No se pude ser más torpe. Justamente cuando falta la información es cuando el pueblo siente miedo, se alarma y la especulación ya está servida. Estamos hartos de que nos engañen, nos tomen por tontos y nos oculten datos que tenemos todo el derecho de saber. Lo que me da mas asco son los comunicadores que se prestan a ocultar este tipo de cosas porque son afines a los gobernantes.
En lo que se refiere al parking en concreto, tras mucho pensar y hacer alguna pregunta, creo que nos han dicho la verdad. No me puedo imaginar a un bombero o policía poniéndose delante de los medios asegurando que no había victimas siendo mentira. Hacer esto les destrozaría la conciencia de por vida. A los políticos no. Están acostumbrados a decir trolas y dormir sin remordimientos.
Además, pensemos en una cosa, los familiares de los fallecidos que supuestamente fuesen encontrados en el aparcamiento no consentirían la mentira. Muchos ya habrían alzado la voz descubriendo el gran engaño. Por lo tanto, creo que seguir hablando del tema es especular sin sentido. A no ser que un día salgan pruebas contundentes que me callen la boca o me dejen ojiplática.
Según mi opinión, ahora debemos fijar más nuestros ojos en los vivos. En muchas poblaciones afectadas aún no hay luz y las ayudas han llegado menos. Pensemos en la gente que vivía al día, y ahora sin trabajos no les llega ningún tipo de ingreso, no todo el mundo puede ahorrar en esta vida. Otros se han quedado sin techo y no tienen familiares que les acoja, urge que los gobernantes doten de viviendas a esas personas. A otros les costará encontrar un nuevo trabajo debido a sus edades, el hijo puta del edadismo es otro mal estúpido que nos invade.
No solo basta con dar dinero, que encima tienen que devolver, a los afectados sino que también hay que concienciar a bancos y empresarios para que colaboren en esta tragedia perdonando deudas y creando puestos de trabajos para los damnificados sin que importe su año de nacimiento. Solo es cuestión de querer hacer las cosas bien y no ir repartiendo migajas mirando por encima del hombro.
Como siempre, será el pueblo quién salve al pueblo. Habrá quién ofrezca viviendas a bajo precio y empresarios que den trabajo a estas personas como una iniciativa propia. Vivimos una época de políticos rastreros, egoístas y poco capacitados para gobernar. Esperemos que pronto llegue una nueva generación de líderes honestos que nos vuelvan a ilusionar y no nos dejen abandonados cuando las cosas se ponen feas. Difícil lo veo.
¡Vixca Valencia!
