Fotografías: R.G. y cortesía de Óscar Reyes

Como un río salvaje, caudaloso, lleno de fuerza, así podría describir a Óscar Reyes. Su sonrisa es la mejor de las tarjetas de visita, no deja de hacerlo, es amable y cercano, te inunda con su entusiasmo por la interpretación, por la vida en general. Nos reunimos en la estupenda cafetería Söttgodis, donde nos atiende con exquisita amabilidad cada vez que hacemos una entrevista. Es un lugar cómodo, propicio para mantener una charla distendida.

Óscar Reyes y su vocación por el teatro

Óscar ¿Cuándo sentiste la vocación por el teatro?

A mí me llegó tarde, un día me planteé qué deseaba hacer, y me di cuenta que lo que más me gustaba era hacer reír a los demás, provocar esas sensaciones. Así que me puse a estudiar arte dramático. Tuve la suerte de que en primero me contratara una compañía profesional, así que pude compaginar ambas cosas.

Entonces hiciste castings en cuanto te pusiste a estudiar…

No  fue por casting. Vinieron a la escuela a vernos y me propusieron trabajar con ellos. Que por cierto casi me quedo sin el trabajo, cuando fueron estaba ensayando un personaje con muchos tics, se creyeron que eran verdaderos y casi no me ofrecen estar con ellos. ¡Muy mal no lo haría! Estuve dos años haciendo teatro por toda España, después conseguí el papel de “Aída”, en donde estuve diez años.

Una vez que hiciste el casting para el papel de Osvaldo (Machu Picchu), te llamaron rápidamente  para hacer la serie ¿verdad?

Sí, yo estaba haciendo teatro en Jaén y me llamaron para el casting, cuando llegué, la sala estaba llena de latinoamericanos, yo soy de ascendencia asiática. Así que después de la paliza que me había pegado, me sentí un tanto defraudado. Aún así lo hice, porque para mí, los castings, son una oportunidad que me dan para actuar y lo disfruto aunque sea solo un minuto. Finalmente conseguí el papel, pero el primer año fue muy duro, ya que el personaje era prácticamente de figuración, todo gestual, apenas podía abrir la boca.

Mauricio-Osvaldo, una química brutal

Luego tú hiciste crecer al personaje…

Podríamos decir que sí. Estoy bastante orgulloso de haberle sabido dar cuerpo al personaje, y agradecido a los productores ejecutivos y guionistas, que vieron como estaba reaccionando y confiaron en mí.

El binomio Mauricio-Osvaldo era estupendo ¿había mucha química entre Mariano y tú?

Sí, desde el primer día. Con mirarnos sabíamos lo que estábamos pensando. Es más, el primer año yo me iba, entonces me regalaron una foto firmada por todos, en la que Mariano escribió “Ojalá algún día trabajemos juntos”. Justamente ese verano me llamaron para ampliar el personaje, llamé a Mariano emocionado. Me acogió como a uno más desde el primer momento.

Óscar ¿fue muy duro el paso del teatro al ritmo endiablado de la televisión?

No, y te digo por qué, cuando estaba en las compañías de teatro llegaba a las ocho de la mañana, tenía que cargar y descargar el material, estaba acostumbrado al trajín.

Cuando empezaste a interpretar ¿el teatro era lo que más te llamaba la atención?

Sí, y ahora también. En el teatro no hay ni trampa ni cartón, es como la mar, aquello que no le pertenece no se lo queda. Tienes reacciones del público a tiempo real, es más complicado hacer bien teatro. En el cine o en la televisión, donde no llega el talento del intérprete, llega el talento del editor, montador, director… En el teatro cada función es distinta, cada público, incluso tú no siempre estás igual.

Óscar Reyes, nervios antes de la primera función

Una curiosidad…¿Se pierden mucho los nervios antes de la función?

En la primera función siempre me pregunto ¿por qué me he metido en esto? Con el tiempo, la experiencia te ayuda a controlar mejo los nervios. Una vez pasada la primera, en el resto de las funciones estoy más tranquilo, principalmente porque la senda a seguir ya está marcada.

Una vez que consigues en el público el efecto deseado ¿te sientes poderoso?

Te voy a decir cuando me siento más poderoso, te va a sorprender, haciendo drama. La comedia siempre se me ha dado bien, he nacido con esa vis cómica. Cuando hago drama, veo al público tranquilo, y pienso  “ahora vais a llorar”. En ese momento me siento poderoso, cuando reaccionan como yo quiero, es pura magia.

Óscar Reyes

He leído que te gustaría hacer de malo…

Me encantaría hacer papeles de malvado. La gente suele decirme que tengo cara de bueno, pues en breve van a salir unas fotos mías en donde no voy a ser tan bueno (se refiere a las fotos del festival  de cine de terror y ciencia ficción de Donosti, Óscar es  su imagen). En nuestra profesión tenemos que dar más de un registro, si no sería muy aburrido, disfruto más con el drama porque me cuesta y es un reto para mí.

«Me tomo de manera positiva que me llamen Machu Picchu«

Cuéntanos Óscar, la fama que has conseguido con “Aida” ¿ha sido difícil de llevar?

A ver, a mí la fama me llegó siendo mayorcito y teniendo la cabeza asentada. Nunca he buscado fama, sino disfrutar trabajando con mis compañeros. Con la fama hay que convivir, te encuentras con gente maleducada y también con gente muy educada. Sí recuerdo, que cuando nació mi hija, no podía ir al parque porque todos los padres comenzaban a hacernos fotos, eso me incomodaba…aunque lo terminas entendiendo.

¿Pero no crees que a una parte del público le falte madurez? A ti algunos te siguen llamando Machu Picchu…

Hay parte del público que no sabe diferenciar la ficción de la realidad, pero es una pequeña parte. Mira, han sido diez años de serie, y me tomo de manera positiva que me llamen Machu Picchu. La gente quiere a ese personaje, no puedes enfadarte, si te llaman así es porque te han visto, te conocen y además les ha gustado.

¿Hacer muchos años un personaje llega a aburrir?

En “Aida”, como en cada capítulo nos pasaba una barbaridad, no podías aburrirte. Sí es cierto que  si bien al principio aprendí mucho, luego se hizo más monótono y tiraba más de técnica.

Óscar Reyes con los Jamming

Además eres un actor muy valiente, has hecho improvisación con los Jamming ¿no te dio miedo decir que sí?

No, ni lo dudé. Durante la carrera había un curso de improvisación y me metí a saco, porque te da muchas herramientas, me parece básico. Cuando he ido a ver a compañeros invitados por Jamming, me he dado cuenta que unos juegan y otros realmente improvisan

Tú eres de los que…

Improvisan, además me encanta poner en aprietos a los Jamming, que son improvisadores profesionales divertidísimos. Para mí, la improvisación es una liberación.

El público de teatro y el de televisión ¿son el mismo o diferente?

Yo creo que está un poco mezclado, hay quienes van a ver al actor que les gusta de la tele y otros que no. Es cierto que la televisión ayuda a llevar gente al teatro. También me he dado cuenta de que cada vez viene gente más joven, y con mucho criterio.

«La dicción es la base de la interpretación»

Dime una cosa Óscar ¿no crees que tanto en televisión como en el cine, la dicción es una asignatura pendiente?

(Risas de Óscar, me uno, le comprendo) Hace poco puse un tuit sobre esto, porque vi el tráiler de una película española, y pensé  ¿qué han dicho? La dicción es la base de la interpretación.

Sin embargo hay gente que triunfa y no sabe hablar…

Sí, pero ahí entramos en otro debate. Qué triunfa más, alguien muy guapo con mucho pecho o bíceps que no sepa hacer nada o una persona culta, preparada, que todos los días se esté esforzando…La cultura  de hoy en día es el culto al cuerpo.

Óscar Reyes

Háblanos de tus proyectos, Óscar.

Proyectos externos no tengo ninguno, ¿por qué?, por lo que me han dicho y vivo en mis carnes, como soy español y parezco extranjero no encajo en ningún personaje. Me pregunto en qué barrios están planteadas las películas, porque yo en la vida real veo gente que parece extranjera a patadas. Dime un solo personaje, no occidental, protagonista de una película española, nadie. Ahora, eso sí, si  viene Will Smith diciendo que quiere hacer de charcutero de Leganés, se lo rifan las productoras. Aquí no hemos dado ese paso evolutivo aún. No entro en los casting de personajes normales, porque lo normal es blanco. En teatro esto no sucede, yo he hecho de todo, comedia, musical, clásico…nadie me ha dicho que no resultaba creíble porque no parecía español.

Entonces hablaríamos de proyectos propios…

Sí, hemos escrito una comedia, ahora estamos buscando productora para llevarla a cabo junto a un director del equipo de “Aida”. Tenemos el mismo sentido del humor. También estamos creando una web serie, a la que queremos dar un toque muy profesional. Estamos con muchas ganas, es algo que aún no se ha hecho. Es una comedia, parte de suspense, de terror, pero desde la verdad. Esperamos empezar a  grabar a finales de este año.

«Los codiciosos», la película de Óscar Reyes

Óscar, pasemos a la segunda parte de la entrevista ¿cuál es tu película favorita?

“Los codiciosos” (1994, Jonathan Lynn), con un reparto de secundarios increíble, me reí muchísimo. Realmente, en muchas ocasiones, los protagonistas sin los secundarios no son nadie.

Dime una secuencia.

Uff…tiene tantas…hay una en la que están los primos en la piscina escuchando lo que dice el tío que es desternillante. Sus reacciones son tremendas, está muy bien hecha.

¿Eres hombre de versión original o doblada?

No soy un purista, me gusta ver ambas versiones.

Por último Óscar ¿te molestan las palomitas en el cine?

En el cine no, en el teatro sí. Es muy molesto. Pero en el cine, como espectador, no me molesta, quizás me fastidia más que la gente se ponga a hablar. Por eso voy poco al cine.

Un placer Don Óscar Reyes, estamos deseando verte sobre las tablas y disfrutar de tu web serie. Gracias por compartir tu tiempo con MiCinexin.

Óscar Reyes

 

Un comentario

  1. Ay cuando den el salto evolutivo… pues yo le veo como funcionario del tiempo, jatetu. O en una serie policiaca haciendo de poli infiltrado… puede pasar por latino (evidente jajaja) oriental, indio.. mucha suerte Oscar!!

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