Punto de mira: cuando el tonto coge una linde…

Es terrible el poder que pueden llegar a tener los tontos cuando se unen y se organizan. La maldad de los bobos es superior a la de los inteligentes. Se ciegan porque pertenecer a un grupo les hace creerse importantes y no son conscientes de la magnitud de sus obras. El líder suele ser el menos tonto, pero igual de malvado. Es un lerdo con suerte que se mantiene en la sombra para mancharse lo menos posible.

No creo que Goebbels hubiera soñado estar tan presente en el siglo XXI. Lo más patético es que los tontos no saben que están utilizando todas las sucias armas que usó el ministro de propaganda nazi. Seguramente ni que sepan quién era, ni el terrible final que tuvo. Hablaré brevemente sobre él, porque estoy segura de que los tontos van a leer este artículo y así se culturizan un poco, aunque no van a entender nada de lo que escriba. Solo lo manipularán y lo interpretarán a su gusto con toda la malicia del mundo.

Goebbels, un fanático con mucho poder

Goebbels, vivió toda su existencia acomplejado por la parálisis que sufría en una pierna desde pequeño. Padeció la polio, le operaron la pierna aunque sirvió de poco. El resto de su vida se vio obligado a llevar un aparato y zapatos especiales. Este problema de salud fue forjando en él una personalidad huraña y narcisista. Durante su juventud leyó cuanto pudo, además, adquirió excelentes habilidades para la oratoria y la manipulación.

Su personalidad narcisista necesitaba ser halagada constantemente, por lo que el partido nacionalsocialista obrero alemán se convirtió en el lugar perfecto para él. Rápidamente fue escalando posiciones hasta convertirse en el líder del partido en Berlín y hombre de confianza de Hitler. Cuando el austriaco se convirtió en el führer del III Reich, Goebbels fue nombrado ministro de propaganda. En sus manos se encontraba el control de la vida cultural e intelectual de los alemanes. Fue odiado y temido por muchos, pero admirado por pocos.

Punto de mira: cuando el tonto coge una linde...
Hitler y Goebbels

Estos son mis principios…

Las consignas por las que se guiaba el ministerio de propaganda nazi podían resumirse en las siguientes:

Simplificación y enemigo único: Reducir los problemas complejos a una simple causa o enemigo, facilitando así la comprensión y movilización del público.

Método del contagio: Propagar ideas a través de todos los medios posibles para asegurar que el mensaje llegue a la mayor cantidad de personas.

Transposición: Atribuir al adversario los errores o defectos propios para desviar la atención y defenderse atacando.

Exageración y desfiguración: Ampliar las malas noticias sobre el enemigo para crear una imagen negativa más impactante.

Vulgarización: Adaptar el contenido al nivel intelectual del público objetivo para asegurar que sea comprendido por todos.

Orquestación: Repetir constantemente el mismo mensaje en diferentes formas hasta que se asimile completamente por el público.

Renovación: Emitir constantemente nueva información o argumentos para evitar que el público se canse del mensaje y mantener su interés.

Verosimilitud: Basar las afirmaciones en hechos parciales o distorsionados para darles apariencia de verdad.

Silenciamiento: Ignorar las noticias que favorecen al adversario y minimizar su impacto en la opinión pública.

Unanimidad y consenso: Hacer creer que las opiniones propagadas son compartidas por todos, creando una presión social para conformarse con ellas

Me gustaría que las leyeseis atentamente, ¿no os recuerda a pequeña escala lo que está sucediendo en el mundo virtual? Imagino que estos conceptos son innatos en el ser humano que desea utilizar las malas artes y deshumanizar a todo aquel que no comparta sus opiniones. Pienso que a las personas que las están poniendo en práctica hoy en día les sale de manera natural o, simplemente, copian el juego sucio que muestra el menos tonto. No creo que las cabezas les dé para estudiar y asimilar la política de Goebbels.

Es necesario protegerse

Cuando un puñado de lelos con ínfulas de justicieros te señalan como objetivo a batir, es importante no tomárselo demasiado en serio. Es fácil de decir y muy complicado de hacer, pero una vez que asimilas la catadura humana de los mastuerzos que te quieren hacer daño y la poca importancia que tienen en tu vida, ignorar sus burlas y calumnias es pan comido.

En el fondo no es nada personal. Solo miran hacia donde señala el líder, el cual, aunque menos tonto es un auténtico gilipollas, y actúan según lo aprendido. No tienen pensamiento propio, tampoco razonan cuando se les da argumentos. Unos de estos tontos son así porque su cerebro, del tamaño de un moco, está programado de manera sectaria, y el resto sigue la corriente por temor a ser los próximos objetivos del «gilipolíder». ¡Viva la inteligencia y la valentía!

Si estás siendo víctima de esta gentuza, te aconsejo que no leas nada de lo que escriben sobre ti. Di a tu gente más cercana que no te cuenten nada, te aseguro que te sentirás mejor. En ningún caso te estoy diciendo que mires a otro lado, solo que no te dejes envenenar por energúmenos que ni te conocen. Sigue hacia adelante y nunca, nunca, mires hacia atrás. De esta manera evitarás intoxicarte y bajar al repulsivo nivel de los más tontos.

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