¿Sabíais que tres de cada cuatro productos alimentarios innovadores que salen al mercado son retirados y se dejan de producir en menos de un año, resultando una pérdida económica muy grande para la empresa?

El consumidor requiere alimentos y bebidas innovadoras, y los fabricantes se lanzan a ofrecernos esos productos pensando que saciarán nuestra sed consumista. Son muchos los productos nuevos que salen cada año a la venta, pero a veces se les olvida tener en cuenta nuestras preferencias. Muchos suelen ser un auténtico fracaso de ventas y tienen una vida muy corta en el mercado.

No puedo con los “escargots”, ni diciéndolo en francés, que suenan más a plato de estrella Michelín; que no digo yo que no sean exquisitos, pero… Y, sin embargo, lo reconozco, no me puedo resistir a un frontal del súper con cosas novedosas que nos sorprenden muy mucho. Todos en algún momento nos hemos detenido frente a una balda del súper pensando: 

—¿Quién compra esto?

—Yo.

Sí, lo confieso, me encantan las albóndigas de lata, con o sin guisantes, y no tendría ningún problema en probar los siguientes productos:

DONUTS DE LIMA Y LIMÓN

Hace unos años, Panrico lanzó un nuevo sabor de Donuts, el de lima y limón, quisieron sorprendernos con la siempre deliciosa rosquilla esponjosa pero con un toque veraniego y refrescante. La sorpresa se la llevaron ellos cuando vieron que no se vendía. Solo duró a la venta ese verano. ¡Dónde estén el de chocolate y el de azúcar! ¿Quién quiere uno de lima y limón para refrescarse? Para eso están los refrescos.

Hablando de refrescos, siéntense, no quiero que nadie sufra un patatús de la impresión y se den un mal golpe. ¿Saben ustedes que entre las variedades de Coca Cola hubo una que es del todo delirante?

COCA COLA AJO

 

Dice Javier Arries que lo inventó él para detectar vampiros. He leído por ahí que es la Coca Cola más odiada por Drácula, con lo que antes de detectarlo se habrá ido a cientos de kilómetros. Pero si con suerte le arrincona sin escapatoria, he leído en alguna parte que mezclándola con Mentos obtendría un lanzallamas contra vampiros, con lo que ahorraría en estacas.

Sea como fuere, lo inventase quién lo inventase, y si lo inventó la compañía Coca Cola... Les voy a decir la verdad, Coca Cola nunca la fabricó, lo que sí es cierto es que en Japón sí existe un refresco de cola con sabor a ajo, la Jattsu Takkora.

Ahora ya sabemos que es una leyenda urbana que Coca Cola sacase la variedad de ajo. Pero sí que intentaron comercializar variedades que pasaron por fortuna al olvido, como la Coca Cola diet con bacon o la Coca Cola con chorizo; de estas dos variedades solo se fabricaron 100.000 unidades de cada. ¿Los habrá probado mi amiga Maribel? ¿De esas 200.000 unidades en total, cuántas se vendieron? ¿De los osados que las bebieron, cuántos tuvieron que correr al baño a regurgitar lo ingerido? Luego dicen de no ponerle chorizo a la paella. 

              

Coca Cola no fue el único en inventar refrescos que fueron fiascos comerciales. También Pepsi se dio de morros, por ejemplo con Pepsi Crystal, de color transparente, y Pepsi Blue Hawaii, de color azul zafiro. 

PEPSI CRYSTAL y BLUE HAWAII

          

En el verano del 2015, Pepsi sorprendió al mundo entero con una variante de su refresco sin cafeína y sin colorante. ¿Gaseosa? No, no, era una variedad de su refresco de cola de siempre, pero incoloro, que terminó fregadero abajo. 

                   

Antes de esta versión hawaiana, Pepsi intentó comercializar la variedad Blue, la hawaiana tenía un sabor a piña y limón, predominando el sabor a piña. ¿Una cola con sabor a piña? No, un refresco de una marca de cola, pero con sabor a piña-limón. 

Pepsi la sacó a comienzos del verano de 2008 en Japón, para hacer una prueba de mercado, pensarían que gustándoles la cola con ajo, eran los mejores catadores para su Blue Hawaii, pero no tuvo aceptación y dejaron de fabricarla a finales del verano de ese mismo año.

Entre Coca Cola y Pepsi han intentado triunfar con 15 variedades de lo más disparatadas. Por suerte un refresco tradicional de cualquiera de estas marcas siempre marida bien con un buen plato de pasta. Pero llego Colgate… a todos los que se acuerdan, se les cae la barbilla hasta el suelo mostrando su bien cuidada dentadura.

              

COLGATE LASAÑA

Pasta de dientes, pasta alimentaria… los del departamento de innovación de los años 80  debieron perder la cabeza al crear una lasaña de carne para microondas con su marca dentífrica Colgate. 

Existe la duda de si este producto existió o es otra leyenda urbana. En el Museo de los fracasos de la innovación, en Helsingborg, Suecia, del psicólogo Samuel West, se puede ver un envase de la lasaña de carne de Colgate, pero no se trata del envase original, sino de una réplica que el mismo West fabricó a partir de la Información que recopiló sobre el aspecto y tamaño del envase. 

Hay quienes aseguran a pies juntillas que la lasaña es parte de una línea de productos alimentarios que sí que existió. Siendo así, ¿cómo se les ocurrió que el consumidor podría disociar en su mente el nombre de Colgate, su frescor bucal y blanqueador, al degustar la lasaña de la misma marca?

Dentro de estas ocurrencias descabelladas también está la marca de comidas rápidas Mc Donald’s, que en contra de la opinión de Ray Kroc, el hombre que hizo de Mc Donald’s el gigante de la comida rápida, esperó a que el fundador muriese para por fin salirse con la suya y en 1990 comenzó a vender el McHotDog, que como bien sabía West qué ocurriría, no triunfó, el consumidor estaba fidelizado a sus hamburguesas, no quisieron saber nada de una salchicha.

—Amiga, vaya terminando.

—¡Joe! Aún hay muchos fracasos alimentarios que quisiera conocieran: los quesitos de El Caserío de fresa o plátano, la Nocilla de fresa y cacao con avellanas, los Fistros de Matutano

—Uno más y termina, que no tenemos todo el día.

Vale, son tantos los fracasos entre los que elegir: kétchup Heinz de colores, Frapuccino rosa de algodón de azúcar de Starbucks, agua de sabores embotellada para mascotas Thirsty Dog… ¡Ya sé!

  

BÁLSAMO LABIAL DE CHEETOS

En el 2005 Cheetos pensó que a sus consumidores les encantaría que perdurase en sus labios el sabor de sus aperitivos de queso, y se lanzaron a la cosmética con un bálsamo labial con el tradicional sabor de Chetoos Rizos, los palitos naranjas de sabor a queso. 

Yo solo lo usaría para darle un pico a Rubiales. ¿Quién va a ponerse ese bálsamo? Con lo que nos cuesta quitarnos el olor de los dedos después de comernos una bolsa de Cheetos, ¿quién va a querer llevarlo en sus labios? Personalmente, terminaría aborreciéndolos. 

Les hablaría para terminar de las bragas desechables de Bic. Sí, sí, el de Bic naranja escribe fino, Bic cristal escribe normal. Bic, Bic; Bic, Bic, Bic.

6 comentarios

  1. A mí querida amiga, sólo Cocacola original,aunque al empezar el gimnasio,me he pasado a la zero y la zero,zero,pero ha sido en contra de mi voluntad

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