Sal Mineo, Salvatore, nació un frío mes de enero de 1939 en Nueva York. Se crió en las calles del Bronx, así que no tardó mucho en meterse en problemas y en relacionarse con rateros. Sus padres, de ascendencia siciliana, no querían que su hijo mediano se convirtiera en un vulgar chorizo y decidieron meterle en una academia de danza para apartarlo de las calles. La estrategia funcionó. Sal se enamoró inmediatamente del mundo de la danza y también de la interpretación. Decidió olvidarse de sus oscuras amistades para concentrarse en su carrera artística.

Inmediatamente llamó la atención su sensibilidad sobre el escenario. El trabajo en el teatro no le faltó, sobre todo interpretando obras del mítico Tennessee Williams. En 1955 se estrenó en el séptimo arte con la película «Atraco sin huellas» junto a Tony Curtis y dirigida por Pevney. También en ese mismo año le llegaría el papel de su vida: «Platón», en la archiconocida «Rebelde sin causa» junto a James Dean y Natalie Wood.

Sal Mineo

Trabajar en «Rebelde sin causa» le proporcionó fama y dinero, pero lo encasilló. Obtuvo incluso una candidatura al Oscar, pero no fue suficiente para que los directores y productores le ofrecieran otros perfiles. Intentó conseguir papeles en filmes importantes de la época, todo esfuerzo fue inútil. En 1960, le llegó otra maravilla: «Éxodo» ( 1960, Preminger). Interpretar a un sobreviviente del Holocausto nazi le llevó a ganar el Globo de Oro.

A partir de ese momento, el cine no le ofreció nada interesante y Sal decidió dedicarse más al teatro y la televisión. Trabajó en series tan importantes como «Colombo», «Hawái Cinco-0» o «Los hombres de Harrelson». Su última aparición cinematográfica fue a principios de los setenta en «Huida del planeta de los simios» en la que interpretaba un pequeño papel no demasiado brillante.

La terrible muerte de Sal Mineo

En el año 1976, Sal estaba triunfando en el teatro con un personaje cómico. Algo que le estaba dando muchas satisfacciones al actor, ya que podía demostrar una faceta más de su talento. Sin embargo, con tan solo treinta y siete años, le arrebataron la vida de una puñalada en Los Ángeles cuando regresaba a casa tras un ensayo. Un vecino escuchó los gritos de Sal y corrió a auxiliarlo, pero ya no pudo hacer nada para salvar su vida. La policía encontró al asesino poco después, un repartidor de pizzas que ya había sido apresado anteriormente por otros delitos.

La propia esposa del criminal lo delató. Todo fue un robo que salió mal, aunque en algunos medios se quiso dar a entender que había sido un crimen movido por la homofobia. Sal Mineo era bisexual y nunca lo había ocultado. De hecho, es más que probable que el actor dejase de recibir ofertas en Hollywood por hablar sin tapujos sobre su orientación sexual. En el momento de su fallecimiento, tenía una relación amorosa con el también actor Courtney Burr III. El asesino de Sal recibió una condena de 54 años de cárcel, aunque consiguió salir en libertad provisional en los años noventa. El tipejo no tardó demasiado en volver a ser enchironado a causa de nuevos delitos.

Sal Mneo

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